Por Enric D´Cantey
Enric D´Cantey recuerda la figura de Josep Juliá, gran aficionado a la música country que falleció recientemente. Juliá era un enamorado de los música hillbilly, de las montañas de los Apalaches, que visitó en numerosas ocasiones, además era un hombre generoso, un filántropo que patrocinó diversos proyectos country y, finalmente, era muy fan de la Whitetop Mountain Band, del fiddler Thornton Spencer y, sobre todo, de George Jones.
Por Enric D´Cantey
Me quiero referir a aquel artículo de introducción al número 1 de la Revista D´Country Spirit en el cual mi hijo (Enrique Ruiz) hacia el siguiente relato en el apartado Director :
“De siempre fui un enamorado de los caballos, de la naturaleza, de los aires de libertad, del estilo western, de su música….y de todo aquello que de algún modo se identifica con lo country. Sin pretender en nada emular la personalidad de Johnny Cash, yo casi diría que con la música country siento las mismas vibraciones que él, que decía : “Amo las canciones que hablan de caballos, ferrocarriles, la tierra, el Día del Juicio Final, familia, tiempos duros, whisky, cortejo, matrimonio, adulterio, separación, asesinato, guerra, prisión, vagabundear, condenación, hogar, salvación, muerte, orgullo, humor, piedad, rebelión, partidismo, robo, determinación, tragedias, alboroto, corazones rotos, y Amor. Y Madre. Y Dios”.
Por Enric D´Cantey
El tiempo, sin apenas darnos cuenta, se mueve a una velocidad sideral y según vamos cumpliendo años se nos antoja que esa velocidad se incrementa. A pesar de su velocidad vertiginosa tiene una equivalencia universal: es para todos igual de veloz. Es de las pocas cosas en la vida que quitando la vida y la muerte es idéntica para todo el mundo. Aquí no vale el linaje, el dinero, la cultura, la belleza, la inteligencia… En este aspecto todos somos igual de pobrecitos o de millonarios. Distinto es como cada cual ha gastado su tiempo.